Cuando viajó a
Hollywood con el equipo del corto Éramos pocos, no consiguió conocer a Clint
Eastwood, la ilusión de su vida. Así que se encendió un cigarrito y retó la prohibición
de la organización de los Oscar diciendo: "Total, si no hemos
ganado". Y siguió fumando.
Así, fumando y
fumando, se hizo famosa para el gran público cuando los años ya se sienten por
triplicado. De Aquí no hay quien viva pasó a la que se avecina junto con sus
compañeras, La Cuervo y La Penella. Esta última nos dejó también hace unos
años, y el marido de la Cuervo, Fernando Guillén, hace nada.
Van cayendo los más grandes, pero ahí sigue la tele para recogerlos, recordarlos y
ofrecérnoslos en distintas dosis. En el caso de Mariví seguirá muy viva en el
recuerdo de todos los seguidores y también en la TDT, donde se siguen (y
seguirán) emitiéndose los capítulos.
Descanse,
Mariví viéndose desde arriba en sus reposiciones. Fumando y fumando.
1 comentario:
Era una mujer muy grande y seguro que ahi arriba tiene la mejor butaca y un carton infinito de malrboro para ver como nos las apañamos.
D.E.P
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