lunes, 10 de junio de 2013

“Star Trek" augura un futuro muy, muy lejano

Por Miguel Albertos:

La verdad es que no soy muy fan de “Star Trek”,  pero me gusta bastante toda su mitología, cómics, trajes, muñecos… vi la serie original (un poco tarde quizás) aunque me encantó, no me  volvió loco.  Las películas las dejé de seguir, de hecho no había visto el capítulo XI, “Star Trek” (2009), hasta hace pocos días, “reboot”  y precuela a la vez con Leonard Nimoy interpretando a un Mr. Spock de un futuro alternativo (magnífico giro de guión para evitar lo predecible).

La relación Kirk-Spock se inicia en esta saga, que promete mucho…y no cumple tanto, por lo menos este capítulo XII, “En la oscuridad”, que aunque pueda ser muy facilón decirlo, así es como nos ha dejado un poco a todos.
Las riñas de colegiales sobre la naturaleza humana en contra de la  vulcana siguen igual que en el capítulo anterior y poco avanza la acción dramática y prima más la espectacularidad de las batallas con los malos, cual capítulo de la serie de televisión original, pero de dos horas. Eso sí, en un magnífico 3D que ya hasta te apartas cuando disparan un rayo.

Parece que J.J.  Abrahams, que después de no alcanzar las altas audiencias de “Lost” en televisión, vuelve al cine de lleno con películas escritas y/o dirigidas entre las que también va a estar el próximo episodio de “Star Wars”, aunando a “trekkies” y a “waries”, apelativos para los fans de sendas franquicias, casi rivales  aunque no tanto como la coca y la pepsi.

El caso es que J.J. dice ser más “trekkie” y la verdad es que en esta segunda al menos no se nota mucho, aunque siempre habrá que verla por seguir la saga, porque simplemente es el capítulo 2 de toda una serie. Esperemos que “Star Wars” por el hecho de no querarla tanto le salga mejor y la haga más pensando en los fans de la saga de los 80, generación a la que siempre agrada con películas como “Super 8” o la anterior “Star Trek”, quasi “remakes” de “Los Goonies”  y “Star Trek, la película” (1979) respectivamente.

Lo mejor: El 3-D es brutal.

Lo peor: El ratito que me dormí, supongo.

No hay comentarios: