El día que Cintora se comió a Ferreras

Las Mañanas de Cuatro ha despuntado sin freno desde las elecciones europeas. Antes de la fecha electoral, el programa ya iba viento en popa y conseguía en ocasiones igualar o seguir muy de cerca al hasta entonces rey del mediodía político, Al rojo vivo.

Pero tras el encuentro en las urnas el programa de Cintora se ha disparado de manera espectacular, siendo ya el número uno en su género.

Es desde hace tiempo el espacio con mejor cuota del día para la cadena y desde hace unos meses le saca cada vez más ventaja a su más directa competencia. Así, la pasada semana, por ejemplo, ha obtenido cuotas del 10,8% y 10,2%, mientras que Al rojo Vivo no ha llegado al 8%.

De hecho, esta subida en audiencia ha provocado el alargamiento de Las Mañanas de Cuatro, hasta el Informativo y más allá... (el viernes, por ejemplo, terminó pasadas las 14.10h. de la tarde despidiendo por todo lo alto la semana).

Cuatro Claves del éxito:

1. Conexión con "la estrella invitada":

Pablo Iglesias desde Bruselas, Sor Lucía Caram desde su banco de alimentos, Diego Cañamero desde la finca ocupada, Miguel Ángel Revilla desde donde le pille... Son algunos de los referentes fijos de las mañanas que debaten desde su "lugar de trabajo" la actualidad enfrentándose también a los tertulianos en plató que ni viven ni desean comprender su día a día.

Personas activas que luchan por otra recuperación y cuyos discursos conectan con el público de una manera auténtica. Las declaraciones de estos "colaboradores VIPS" gustan y suelen convertirse en Trending Topic a esas horas.

2. Colaboradores de rompe y rasga:

Las Mañanas de Cuatro es un programa valiente. Desde el reflejo fiel a los dramas del día a día ciudadano, hasta sus críticas sin miramientos a los corruptos e incoherentes miembros del gobierno, y hasta a llevar invitados desencarnadamente posicionados a la derecha. Allí en plató, para intentar defender lo indefendible, están aguerridos comentaristas líderes en medios como La COPE, ABC, 13TV...

Muchos insultan: "lo peor de la condición humana", le decía Jaime González a Pablo Iglesias, otros intentan boicotear de continuo el programa en sí (Arcadi Espada o Isabel San Sebastián, ante falta de argumentos, cuestionaban más el formato que el contenido), otros no aceptan las bromas (Cristina López Schlichting se enfadó esta misma semana por una broma sobre Willy Fog hecha por Cintora con la que "muy digna" se negó a empatizar), y otros sencillamente caen ante lo indefendible.

3. Investigación con reportajes de calado:

Lo que deberíamos ver en los informativos y es dificil de encontrar en ellos nos lo ofrece en píldoras Las Mañanas. Reportajes con los datos analizados desde el rigor y con comparativas. Entre ellos, los CV de los políticos, sus sueldos, sus enchufes, sus "casuales" conceciones...

Apoyados por la última hora del periodismo ciudadano que ofrecen medios como Eldiario.es, InfoLibre o VoxPopuli, Las Mañanas desgrana los intereses ocultos de las nuevas leyes, los nuevos reales decretos, de las sentencias, de los indultos... En suma, un ir y venir de casos de corrupción con cifras, datos y relaciones que hacen del día a día político actual una broma de mal gusto para el sufrido ciudadano.

4. La GENTE: 

Cuando los caídos tienen nombre y apellidos y a la tele no les interesa para pedir limosna sino para denunciar su situación y exigir responsabilidades gubernamentales no estamos viendo Entre Todos, estamos viendo el programa de Cintora.

Sus reporteros a pie de calle nos dan la última hora de los cada vez más desangelados, timados, estafados, engañados, víctimas de una crisis que sigue sin freno llamando a las puertas de más y más gente. Por eso Las Mañanas, más que ningún otro en la televisión actual, es el programa de la gente.

Estas claves, más el ritmo ágil, frenético, que imprime la actualidad y la última hora al programa, hacen que Las Mañanas de Cuatro sea ya un referente informativo en este país. Además, el encanto personal de un presentador joven, comprometido, humano y buenrollista (siempre tiene un chiste o una gracia con la que calmar los ánimos) hacen que todo espectador se sienta cómplice con la justicia social que a todas luces se reclama.

Inexplicable que este programa no se repita también a primera hora de la mañana para competir contra la reposición de Al rojo Vivo. Aunque siempre nos quedará Internet para ver toda su hemeroteca, programas de calidad que no tienen desperdicio y que reflejan en el día a día una realidad histórica que nos costará entender si hacemos oídos sordos a lo que está pasando. ¡Vamos a desaprender para desenseñar cómo se deshacen las cosas!