Contra toda esta golfería hay gente que se arremanga cada día para servir al pueblo, a los más necesitados. Desinteresadamente. Es el caso de la monja mediática Sor Lucía Caram que atiende diariamente en el banco de alimentos de Manresa a 1.300 familias. Injusticias que claman al cielo.
Además de ser una de las estrellas invitadas del programa Las Mañanas de Cuatro, Sor Lucía es escritora. Su último libro titulado A Dios rogando... cuenta en primera persona los desastres de esta crisis, con nombres y apellidos, con las consecuencias humanas dramáticas que día a día se viven en este país.
Dirán de Sor Lucía que es una cotorra, que siempre repite lo mismo, pero ¿acaso no está pasando lo mismo con cada vez más y más gente como para tener que gritarlo, decirlo en televisión, escribirlo, denunciarlo? En A Dios Rogando... descubrimos una vida de entrega religiosa y humana. Sor Lucía sigue al pie de la letra y del cañón el mensaje de Jesús. Y también acompaña al otro Jesús, al periodista, cual monja que abre camino en televisión junto al mesías.
El camino de otra mirada que la audiencia agradece. No es política, pero está en contra de este capitalismo salvaje. No es periodista, pero denuncia a diario las injusticias. Sor Lucía Caram es un ejemplo de personaje televisivo que da ejemplo. Un ejemplo de vida. Gracias a la tele y a los distintos mesías mediáticos (Cintora, Mejide) por mostrarnos su encomiable trabajo. ¡Mucha vida para ella! Curar, consolar, construir, transformar.
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