miércoles, 10 de septiembre de 2014

Mañana será un fracaso

Desde Mañana serán estrellas no se había emitido un espacio de talents tan cutre por televisión.

Lo de Los pequeños gigantes recuerda más a la tele de los noventa que a lo nuevo que se está haciendo ahora.

Sin embargo, la audiencia está con este tipo de programas de talento (de competitividad insulsa) con nenes. No es de recibo que un programa tan pequeño en todos los sentidos consiga una audiencia gigantesca, pero así es la tele y la fuerza de atracción que tienen niños y el todopoderoso Jesús Vázquez.

En este pequeño formato hay fallos gigantescos. Un jurado con poca chispa (¡Por favor, que dejen al Moranco para las navidades!), una realización de cuarto de primaria y unos niños demasiado asustados. ¿Lo disfrutan los concursantes? Uno hasta salió llorando...

Un poquito de por favor, no usen a los niños para ganar audiencias a lo cutre, ni para fines comerciales. Usarlos en este tipo de espacios competitivos o como imagen de anuncios debería estar prohibido por Ley. No merecen ser víctimas del resquemor de sus padres.

Por lo demás lo de siempre: aplausos, griterío, minuto de gloria y actuaciones de chichinabo. Poca gracia, poco salero, cutrerío del grueso y mucho fallo. Si la audiencia sería proporcional a un programa bien hecho, estos pequeños gigantes tendrían que ser un fracaso. Chirriante, cansino e indecente.

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