viernes, 19 de diciembre de 2014

'El jugador' de Rupert Wyatt: Un remake tan bien intencionado como olvidable

Por: Iván Reguera

Debo advertir que tengo un enorme prejuicio ante este tipo de películas: no entiendo el mundo de los jugadores o apostadores. Generalmente me parecen seres inadaptados e irritantes. Dicho esto, también debo decir que admiro a un tipo listo como Mark Walberg.

Más como productor que como actor, eso sí. Tengo todo el respeto por un señor que, a sus 43 tacos, ha producido series como En terapia, Boardwalk Empire o El séquito. Esta vez Walberg vuelve a hacer de productor pero también de protagonista en un remake de The Gambler, del 74 y dirigida por Karel Reisz. Como en aquella interesante película, en esta revisión un profesor adicto a las apuestas (en el original era James Caan) acaba por extorsionar a su propia madre y forzar a un alumno a amañar un partido de baloncesto.

Bajo el mismo esquema, William Monahan (Infiltrados) ha adaptado la trama a nuestros días. El problema es que Monahan es un guionista estrella pero no un tipo especialmente preparado para dotar de alma a una película. Si a esta grave incapacidad le sumamos la plana aunque muy resultona dirección de Rupert Wyatt (responsables de memeces como El origen del Planeta de los simios), no podemos esperar demasiado de lo que salga.

Su peli es muy vistosa y entretenida, pero tiene el mismo problema que la original: no te tragas a un cachas como profesor de literatura. Walberg hace un gran esfuerzo para que no creamos su personaje, pero cuesta. Si unimos a esta carencia una subtrama amorosa patética y sin ningún tipo de química (muy anodina Brie Larson), nos encontramos ante una peli que tiene algunos grandes momentos, pero que en conjunto es olvidable.

Postdata para cinéfilos: atención a la aparición de George Kennedy con 90 años y en los primeros minutos del film.

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